Sistema planetario
Un sistema planetario está formado por una estrella y varios objetos como planetas y campos de asteroides que la orbitan. Un sistema está dividido en zonas llamadas subsectores que tienen un tamaño aproximado de una unidad astronómica (AU). En el subsector central (coordenadas [0:0]) se encuentra la estrella.
Todos los sistemas planetarios tienen una heliosfera que es la zona donde el viento solar y el campo magnético de la estrella tienen su influencia. La heliosfera tiene un radio de 40A desde el centro del sistema (40 subsectores). Las flotas que entren en el sistema a través de un salto hiperespacial llegarán al límite de la heliosfera en el punto más cercano a su destino. La heliosfera determina también el límite donde se pueden construir estaciones espaciales debido a que la frontera del sistema suele ser una zona peligrosa e inestable debido a los restos de la formación del sistema.
Los objetos astronómicos que se pueden encontrar dentro de un sistema planetario son:
Subsector
Un subsector es una región cuadrada de aproximadamente 1AU (Unidad astronómica) de lado que divide el área de un sistema planetario.
Un subsector puede contener uno o varios objetos astronómicos y una infinidad de bases o flotas. El subsector [0:0] de un sistema siempre contiene su estrella. Otros subsectores pueden contener un planeta y sus lunas o bien, un campo de asteroides. Ha de tenerse en cuenta que un subsector es una región vastísima, por lo que una flota puede encontrar infinidad de lugares donde esconderse o una estación espacial tiene muchos sitios donde colocarse. Dos objetos en el mismo subsector no tienen porqué conocerse.
Todo subsector más allá de 40AU de distancia de la estrella se considera "exterior de sistema", la zona interior es la heliosfera. No se pueden construir bases en el exterior del sistema, y toda flota que llegue a él mediante salto hiperespacial llegará siempre a un punto de la frontera.
Tormentas espaciales
Una tormenta espacial es un evento de sistema que produce una alteración en el tejido espacio temporal. El salto hiperespacial queda afectado por este hecho y puede provocar que las flotas cancelen un salto.
Las tormentas espaciales tienen una categoría que tiene una magnitud entre 1 y 10. Cada nivel de magnitud incrementa en un 10% las probabilidades de frustrar un salto hiperespacial. Además, los envíos pueden sufrir un retraso si se encuentran con una tormenta espacial en su camino al destino.