Facción desconocida
La facción desconocida es una especie alienígena proveniente de la galaxia HC-2444 que se encuentra a 12.500 años luz de la Vía Láctea. Su origen es muy antiguo y se remonta a los primeros miles de años de formación del universo.
Esta especie se desarrolló hasta alcanzar un nivel II de la escala de Kardashov y hay evidencias de que viajó por otras partes del universo, ya que se han encontrado artefactos cuyo uso es completamente desconocido. También es posible encontrar otros dispositivos de gran poder y avanzada tecnología, generalmente tras la exploración de planetas remotos.
Existe una teoría formulada por el doctor J.Bleis de la Universidad de Marte que dice que la facción desconocida sigue visitando ocasionalmente nuestra galaxia, e incluso que sería posible una invasión a gran escala. Una invasión frente a la que la humanidad poco podría hacer dado nuestro nivel tecnológico. Según indica el doctor Bleis, la conexión entre su galaxia y la nuestra es muy difícil y costosa en energía, por lo que la cantidad de efectivos que la facción desconocida podría enviar es muy reducida. Sin duda insuficiente para realizar una invasión total de la galaxia.
La teoría tensorial
Algunos físicos sostienen que es teóricamente posible utilizar tensores gravitacionales para conectar dos puntos remotos en el espacio y el tiempo. La creación de dichos tensores requería una energía increíble, incluso mayor que la que se supone que dispone la facción desconocida. No obstante, algunos científicos sugieren que a lo largo de milenios esta especie ha podido avanzar tecnológicamente al siguiente grado de la escala tecnológica, teniendo a su alcance la tecnología tensorial. Otros científicos niegan esta posibilidad no por no considerarla plausible, sino por ser aterradora.
Los tensores podrían ser utilizados para alinear masas tan grandes como galaxias, de manera que el tránsito entre ellas sería cada vez más fácil y frecuente. Existen pruebas que pueden realizarse para comprobar que la tecnología tensorial está siendo utilizada, y es viajando a aquellos lugares de la galaxia donde hay indicios de "desgarros" del tejido espacio-temporal. Estos puntos constituyen lugares de entrada en los que la energía necesaria para viajar de un lugar al otro es menor. Los tensores poco a poco irían agrandando estos puntos, de forma que la cantidad de masa que es posible transferir de un punto a otro por unidad de energía, sea cada vez menor.
Esta teoría no ha sido probada, pero los científicos llevan algún tiempo trabajando en ella y han probado algunos escenarios en supercomputadoras. De la misma manera que crear los tensores requeriría una energía increíble, romperlos requeriría una cantidad de energía similar. Suponiendo que la facción desconocida viniera a invadir nuestra galaxia y pudiéramos aguantar el tiempo suficiente para localizar los puntos de desgarro, no tendríamos nada que hacer, dado que nuestra civilización no es capaz de producir la energía suficiente para cerrarlos.
Características de la especie
Tras los primeros hallazgos de tecnología extraterrestre, al poco tiempo de empezar a explorar la galaxia, los científicos elaboraron algunas teorías acerca de como debía ser la especie que la creó. La mayoría de los artefactos tienen aún un funcionamiento completamente desconocido, pero otros han permitido hacer algunas especulaciones. Una vez que la facción desconocida volvió a la galaxia, se han podido obtener nuevos datos a partir de los restos de las fuerzas caídas en batalla.
Al parecer, las naves y tropas que han aparecido (al menos hasta ahora) no están compuestos o tripulados por seres orgánicos, son más bien seres mecánicos aparentemente autónomos. Esta teoría se basa en que no se ha detectado ninguna clase de señal que los gobierne de forma remota, ya que hasta el momento se han explorado todas las vías conocidas por nuestra civilización para poder realizar esta conexión (como las ondas de radio o el entrelazamiento cuántico) y no hay el menor indicio. Si son controlados de forma remota, se hace a través de una tecnología que nos es desconocida.
Otra teoría dice que en realidad estos seres mecánicos son en realidad una evolución de esta especie extraterrestre que empezó con forma orgánica y terminó transfiriendo sus mentes a seres mecánicos para ampliar sus capacidades y supervivencia. Algunos científicos se han atrevido incluso a especular con la idea de que cada ser mecánico no tiene una mente propia, sino que toda la especie al completo forma parte de una mente colectiva.
Intentos de comunicación
Hasta el momento ha sido completamente imposible establecer alguna clase de comunicación con la facción desconocida. Se han ensayado diversos métodos con la intención de establecer alguna clase de encuentro diplomático que evite la guerra y permita la coexistencia mutua. El primer problema con el que se han encontrado los científicos es el del lenguaje, no existe todavía ninguna pista que nos indique ni remotamente como se comunica esta especie. No hay forma escrita, no responden a ninguna clase de señal y todo intento de acercamiento ha sido respondido sólo con violencia.
Durante la invasión de Dapah-III, el Dr. W. Smithson, experto en neurolenguaje, trató de establecer contacto con un escuadrón de tropas que acababa de desembarcar a pocos kilómetros de la base. Utilizando un complejo sistema de señales luminosas y acústicas, emitió una serie de signos basados en un complejo algoritmo matemático sobre un panel acoplado a su traje espacial. Aunque inicialmente las tropas alien parecieron estar reaccionando a los signos, terminaron abriendo fuego con un desintegrador sobre el Dr Smithson conviertiendo su cuerpo en pulpa. Todo lo que sobrevivió fueron sus gafas y dos de sus dedos de la mano derecha, que fueron encontrados a unos 300 metros de distancia por el equipo de limpieza tras la batalla.
Un sector del comité de expertos reunido en la Tierra piensa que aunque lográsemos establecer comunicación con la Facción Desconocida, es posible que no tenga en interés alguno en negociar con nosotros. Es una especie tan antigua y dispone de una tecnología tan avanzada que para ellos podríamos no ser más que insectos, por lo que todo intento de negociación sería inútil. Por otro lado, también es muy probable que carezcan de una moral similar a la nuestra. Los seres humanos cooperamos con el fin de sobrevivir y somos capaces de coexistir, tenemos una serie de valores como la compasión que evita que hagamos daño al débil. No obstante, sus valores morales podrían ser radicalmente distintos, como que no hay que ayudar al débil sino exterminarlo.
Origen de la especie
Hasta el momento hay un amplio consenso en el que el origen de la especie es la galaxia